El 2023 será recordado como un año de climas extremos: desde las intensas olas de calor en Europa hasta los devastadores megaincendios en Chile, cada evento ha puesto a prueba la resistencia de nuestra infraestructura crítica, y sistemas agrícolas. A medida que avanzamos en 2024, fenómenos antes impensados siguen emergiendo, subrayando la necesidad de adoptar tecnologías avanzadas que fortalezcan la agricultura.
Frente a este escenario, hay algunos fenómenos que se presentaron durante el último tiempo, y que modelan de cierta forma el escenario climático actual. Estas son:
Europa: olas de calor
Durante el verano de 2023, Europa enfrentó olas de calor sin precedentes, con temperaturas que rompieron récords históricos (+40ºC), poniendo en riesgo la salud humana, exacerbando la sequía y aumentando la vulnerabilidad de los cultivos. La necesidad de sistemas de riego eficientes y tecnologías de monitoreo climático se hizo más evidente que nunca para prevenir pérdidas catastróficas.
Megaincendios en Chile
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En Chile, los megaincendios han sido una trágica constante, devastando extensas áreas y poniendo en riesgo tanto a comunidades como a la biodiversidad local. A lo largo de 2023, miles de hectáreas fueron consumidas por las llamas, y desafortunadamente, el 2024 ha seguido una trayectoria similar. A principios de año, otro gran incendio arrasó la V Región, exacerbando la fragilidad de las infraestructuras y los ecosistemas ya afectados por eventos anteriores. Estos incendios resultan en pérdidas inmediatas de recursos forestales y cultivos, complican la recuperación a largo plazo y resaltando la urgencia de mejorar las estrategias de manejo de fuego y las políticas de prevención.
África: Sequías Prolongadas
África, por otro lado, ha enfrentado algunas de las sequías más severas en su historia registrada, lo que ha tenido un impacto dramático en la seguridad alimentaria y ha aumentado la deserción de tierras cultivables. Las regiones más afectadas han visto cómo los pozos de agua se secaban y los cultivos fallaban, presagiando una crisis alimentaria sin precedentes. La escasez de agua no solo amenaza la producción agrícola, también la salud y estabilidad de millones de personas. En respuesta, se necesitan intervenciones urgentes para mejorar la gestión del agua, invertir en tecnologías de riego eficientes y desarrollar cultivos resistentes a la sequía, medidas esenciales para mitigar los efectos devastadores de estos climas extremos.
Australia: Incendios Forestales
Australia fue testigo de una de sus temporadas de incendios más devastadoras, con vastas áreas de bosque convertidas en cenizas. Estos incendios causaron daños ambientales inmediatos, también liberaron enormes cantidades de CO2 a la atmósfera y exacerbaron los desafíos del cambio climático. La recuperación de estas áreas es lenta y pone en peligro especies endémicas, además de afectar a comunidades locales que dependen de estos ecosistemas para su subsistencia.
Dubai: Inundación
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Dubai experimentó inundaciones históricas el 17 de abril de 2024, debido a las fuertes lluvias asociadas a la tormenta "Hadir". La tormenta descargó más de 254 milímetros de lluvia en la ciudad en solo 24 horas, lo que equivale a aproximadamente un año y medio de precipitaciones promedio. Esto provocó inundaciones generalizadas, caos en el transporte y daños a la propiedad.
Heladas tardías en Europa
Siguiendo la tendencia de eventos por culpa de climas extremos, Europa ha enfrentado recientemente heladas tardías que han puesto en jaque a los agricultores, especialmente en las regiones vitivinícolas como Chablis en Francia. Estas heladas llegaron después de un periodo inusualmente cálido, lo que exacerbó su impacto en los viñedos justo en el inicio de la temporada de crecimiento. En respuesta, los viticultores han recurrido a métodos tradicionales como el uso de antorchas para proteger las cosechas. Este fenómeno destaca la creciente imprevisibilidad del clima y la necesidad de adaptar nuestras prácticas agrícolas a condiciones cada vez más variables. A medida que estas heladas tardías se vuelven más frecuentes, la implementación de tecnologías avanzadas y técnicas agrícolas resilientes es crucial para salvaguardar la seguridad alimentaria y la economía agrícola de la región.
Innovación permanente para enfrentar climas extremos
La realidad del cambio climático ya no es una predicción; es una experiencia diaria que requiere respuestas innovadoras. En Tierraverde, continuamos comprometidos con el desarrollo de tecnologías que no solo enfrenten los retos actuales sino que también preparen nuestros campos para los desafíos del mañana, a través de soluciones sostenibles como los de baja precipitación de agua o nuestra torre eléctrica anti-heladas.